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martes, 5 de junio de 2012

Pasos de la genética




Mosquitos mutantes contra el dengue

Millones de mosquitos modificados genéticamente fueron liberados como parte de un experimento para combatir la fiebre del dengue en las islas Caimán, dijeron el jueves expertos británicos.

Es la primera vez que se ponen en libertad mosquitos manipulados genéticamente luego de años de experimentos en laboratorios.

El dengue es una enfermedad potencialmente mortal que se transmite por la picadura de mosquitos y que puede causar fiebre, dolor muscular y articular y hemorragias. La OMSestima que cada año se presentan más de 50 millones de casos. No existe tratamiento ni vacuna.

Los investigadores de Oxitec Limited, una compañía con sede en Oxford, crearon mosquitos machos estériles y liberaron de manera paulatina tres millones de los insectos en las islas Caimán para que se apareen con hembras de la misma especie, de tal manera que no sean capaces de producir descendencia y así disminuir la población. Sólo las hembras de mosquito pican a los humanos y propagan enfermedades.

De mayo a octubre, los científicos liberaron mosquitos estériles tres veces por semana en un área de 16 hectáreas (40 acres). Para agosto, la población de mosquitos en esa región disminuyó en 80% en comparación con zonas donde no se liberaron los mosquitos modificados.

Sin embargo, aunque los científicos creen que con el ensayo podrían dar grandes pasos en el combate a la enfermedad, los detractores argumentan que los insectos mutantes podrían causar estragos en el ambiente.

Riley señaló que las larvas de mosquito son alimento para otras especies animales, que podrían morir de hambre si la larva desaparece. Agregó que sacar del ecosistema a mosquitos adultos podría abrir un espacio para otras especies de insectos, lo que podría conducir a nuevas enfermedades.


Alphey, de Oxitec, dijo que sus mosquitos modificados genéticamente no pueden cambiar permanentemente el ecosistema porque sólo viven una generación.



                                          

domingo, 3 de junio de 2012

Células madre modificadas reducen daños al corazón después de un ataque

Un grupo de investigadores alemanes introdujo diminutos andamios plásticos con células madre, modificadas por ingeniería genética, que redujeron los daños en el corazón de ratas que habían sufrido ataques cardiacos, según un informe presentado hoy. 

El equipo encabezado por Matthias Siepe, del Departamento de Cirugía Cardiovascular en el Centro Médico Universitario de Friburgo, Alemania, presentó sus conclusiones en las Sesiones Científicas 2010 de la Asociación Cardiaca Estadounidense en California. 

Los investigadores alemanes diseñaron su estudio para determinar el papel que puedan desempeñar después de un ataque cardiaco las proteínas denominadas citocinas que regulan la función de las células que la producen. 

Los investigadores seleccionaron cinco grupos de 10 ratas cada uno y les implantaron minúsculos andamios de poliuretano sembrados con células madre sobre las que se aplicaron diferentes modificaciones genéticas. 

Tres de los grupos de roedores recibieron células que producían en exceso una de tres citocinas; un grupo recibió un gen asociado con varias sendas de citocinas, y el quinto grupo recibió los andamios sembrados con células madre no modificadas, explicó Siepe. 

A otros cinco grupos de ratas se les inyectaron los mismos tipos de células madre modificadas y no modificadas pero sin los andamios plásticos. 

Otro grupo de diez ratones de razas diferentes sirvió como destacamento de control. A estos roedores se les hizo un procedimiento falso que, según explicó Siepe, consiste en uno similar al real pero que omite un elemento terapéutico clave en la investigación. 

Durante las seis semanas de observación después de los procedimientos, los investigadores constataron mejorías significativas en la presión sanguínea de las ratas a las que se les habían implantado andamios sembrados con células madre modificadas para la producción de ciertas citocinas. 

Pero en el grupo de control, el de las ratas que tuvieron procedimientos falsos, disminuyó la función de la presión sanguínea, mientras que la dinámica de la sangre se mantuvo sin cambios en las ratas que recibieron andamios con células madre no modificadas.



                                               

Descifran el ADN del hongo que produce caspa

La caspa (Pityriasis capitis) es uno de los problemas capilares de mayor incidencia en el mundo, y se caracteriza como una descamación excesiva del cuero cabelludo acompañada de prurito leve. Para revelar el por qué la gente la padece, un grupo de investigadores estadunidenses descifró el genoma del hongo (Malassezia globosa) responsable de producirla, e identificó sus 4 mil 285 genes; 300 pares base menos de los que se encuentran en el genoma humano.


De acuerdo con la doctora Jeni Thomas, investigadora de P&G, el Malassezia globosa es un hongo común que vive en la piel humana, se alimenta de lípidos grasos (sebo y otros lípidos) que secreta en forma natural el cuero cabelludo, por lo que se crea un ambiente ideal para el desarrollo del hongo.


La investigación reveló que cada persona puede tener en el cuero cabelludo hasta 10 millones de hongos; y la caspa se presenta al conjuntar los siguientes factores: susceptibilidad genética, la presencia de sebo en el cuero cabelludo y la existencia del Malassezia globosa.

Antes de este trabajo, los especialistas consideraban que la caspa era causada por el hongo Malassezia furfur; sin embargo, la investigación mostró que el responsable es el tipo globosa, y afecta a personas predispuestas genéticamente.
 
La investigación
Con el fin de codificar el genoma del Malassezia globosa, los investigadores cultivaron aproximadamente 10 litros de hongos, los congelaron en nitrógeno líquido, una vez transformados en fragmentos extrajeron su ADN, y dieron a conocer que está conformado por 4 mil 285 genes, éstos producen ocho tipos de enzimas llamadas lipasas y tres fosfolipasas, encargadas de digerir la grasa del cuero cabelludo.

Las lipasas son las responsables de descomponer el sebo y crear el compuesto ácido oleico que penetra en la capa superior de la piel, con lo que provoca un cambio en las células y genera la caspa.

Asimismo, las fosfolipasas son las enzimas que metabolizan el aceite del cuero cabelludo, por lo que, la gente que no tiene predisposición genética para desarrollar la caspa sus células se renuevan cada mes, en cambio las personas con un exceso del Malassezia globosa se renuevan cada 15 días lo que genera la Pityriasis capitis.

Con los datos arrojados por este estudio, se espera que en los próximos años salgan al mercado productos de nueva generación capaces de terminar con el hongo que provoca la caspa. En la actualidad el principal agente activo anti-caspa que ataca el Malassezia globosa es el piritionato de Zinc, sustancia que usan diversas marcas comerciales para los llamados shampoo anticaspa.