Es la primera vez que se ponen en libertad mosquitos manipulados genéticamente luego de años de experimentos en laboratorios.
El dengue es una enfermedad potencialmente mortal que se transmite por la picadura de mosquitos y que puede causar fiebre, dolor muscular y articular y hemorragias. La OMSestima que cada año se presentan más de 50 millones de casos. No existe tratamiento ni vacuna.
Los investigadores de Oxitec Limited, una compañía con sede en Oxford, crearon mosquitos machos estériles y liberaron de manera paulatina tres millones de los insectos en las islas Caimán para que se apareen con hembras de la misma especie, de tal manera que no sean capaces de producir descendencia y así disminuir la población. Sólo las hembras de mosquito pican a los humanos y propagan enfermedades.
De mayo a octubre, los científicos liberaron mosquitos estériles tres veces por semana en un área de 16 hectáreas (40 acres). Para agosto, la población de mosquitos en esa región disminuyó en 80% en comparación con zonas donde no se liberaron los mosquitos modificados.
Sin embargo, aunque los científicos creen que con el ensayo podrían dar grandes pasos en el combate a la enfermedad, los detractores argumentan que los insectos mutantes podrían causar estragos en el ambiente.
Riley señaló que las larvas de mosquito son alimento para otras especies animales, que podrían morir de hambre si la larva desaparece. Agregó que sacar del ecosistema a mosquitos adultos podría abrir un espacio para otras especies de insectos, lo que podría conducir a nuevas enfermedades.
Alphey, de Oxitec, dijo que sus mosquitos modificados genéticamente no pueden cambiar permanentemente el ecosistema porque sólo viven una generación.

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